El hábito de abrazar a la mujer — Nito y Elba Garcia
Hábito de abrazar a la mujer
Esta vez hablaremos con tangueros legendarios, maestros y verdaderos representantes de la cultura de tango: Nito y Elba Garcia, que llegaron a San Petersburgo al festival “Tango de las Noches Blancas, San Petersburgo, el 11 de junio 2016.
IM: Buenos días, Nito y Elba. El proyecto Tangopiter ahora está estudiando cómo el tango y el matrimonio se influyen mutualmente. Con este fin conversamos con las parejas que, además de la colaboración en el tango, son compañeros de vida. Estudiamos la experiencia de estas parejas — porque cada familia y cada historia son únicas — y la compartimos con nuestros lectores.
Nito: En primer lugar, queremos contar un poco sobre nosotros. Gracias por invitarnos a esta entrevista. Llevamos más de 42 años casados, desde el año 1974. Y 40 años bailamos como pareja de tango. Hacemos todo juntos: y bailamos, y enseñamos, y vivimos, y solucionamos todas las dificultades que surgen ante nosotros. Estamos juntos las 24 horas del día. Yo bailo tango desde joven, cuando empecé tenía 17. Y cuando nos encontramos con Elba, ya era bailarín profesional de tango.
Elba: Nito no sólo es mi marido, además fue mi primer maestro de tango. Aprendí todo de él.
Tango es inseparable de nosotros. La vida es el tango y el tango es la vida. No separamos el tango y la vida, estamos juntos 24 horas, y ya llevamos 42 años así. Nosotros somos una cosa entera en todos nuestros asuntos.
IM: ¿Qué es para ustedes el más difícil y más importante trabajo — el matrimonio o el tango?
Nito: Tango es inseparable de nosotros. La vida es el tango y el tango es la vida. Estábamos casados cuando comenzamos a bailar en un gran espectáculo de tango profesional «Forever Tango» en Buenos Aires en 1998 y bailabamos en Esquina Carlos Gardel. Y desde el abril de 2008 tenemos la parte principal en el restaurante-concierto «Tango Porteño». Muchos bailarines que estaban involucrados en este espectaculo también eran parejas en la vida.
Tenemos muchos amigos entre los profesionales de tango que no son parejas en la vida. Para ellos es más difícil montar la coreografía: se hace por separado para él y para ella. Con esto hay algunas dificultades.
IM: ¿Por lo tanto, el matrimonio ayuda a bailar?
Nito: Creo que sí. Además Elba y yo tenemos el apoyo de toda nuestra familia grande. Vivimos en Buenos Aires, los niños viven en sus casas en otras ciudades, pero creemos que todos nosotros somos uno. Somos una familia grande feliz.
Empecé a bailar tango cuando era muy joven. Con el tiempo iba formando el hábito de abrazar a la mujer. Este hábito ha determinado en gran medida mi camino y mi actitud hacia las mujeres.
IM: ¿Por qué entonces hay tantas parejas que se rompen en el tango?
Nito: Empecé a bailar tango cuando era muy joven. Con el tiempo iba formando el hábito de abrazar a la mujer. Este hábito ha determinado en gran medida mi camino y mi actitud hacia las mujeres. Cuando una pareja está empezando a bailar tango, a veces les falta el respeto del uno al otro.
Elba: Los principiantes a veces no empiezan el tango desde dentro del abrazo, o sea, lo separan del abrazo, «se chocan contra el abrazo», por así decirlo. Les resulta difícil abrazar a otra persona en el baile y crear a través de un abrazo la cercanía y armonía que necesitan para el tango. Tengo un gran respeto a lo que me enseñó Nito en el tango. Él tiene un gran respeto a mi modo de bailar. Nuestra familia está llena de profundo respeto mutuo. Al mismo tiempo, también tenemos una división de competencias. Uno es mejor en una cosa, el otro en otra.
Los principiantes a veces no empiezan el tango desde dentro del abrazo, o sea, lo separan del abrazo, «se chocan contra el abrazo». Les resulta difícil abrazar a otra persona en el baile y crear a través de un abrazo la cercanía y armonía.
Nito: A menudo en el tango surge un problema cuando el hombre tiene que abrazar a otra mujer, y la mujer tiene que abrazar al otro hombre. No todas las mujeres pueden abrazar al otro hombre como a su marido. No tienen el hábito de abrazar.
IM: ¿Quién es el líder en su pareja?
Nito: Ella (señalando a su esposa). Porque ella tiene dos hijas (sonríe).
Elba: Antes de que nos encontraramos, nos habia unido una historia triste. Nito perdió a su esposa en un accidente de coche, y yo perdí a mi marido. Esto ocurrió en 1970, con una diferencia de sólo dos meses, no nos conocíamos en aquel momento.
Nito: Vivíamos en diferentes sitios no muy alejados entre sí. Tres años más tarde nuestros caminos se cruzaron en una pequeña ciudad al oeste de Buenos Aires, dentro de poco nos casamos y empezamos una nueva vida. Empecé a enseñar a mi esposa a bailar tango.
IM: La esposa es líder de la familia, como lo hemos entendido. ¿Y en el escenario?
Nito: Los dos. Había empezado a bailar tango 20 años antes de haber conocido a Elba. En el momento de nuestro encuentro yo ya era un tanguero profesional. Pero la historia de Nito y Elba como un dúo de tango comenzó en el momento cuando mi esposa comenzó a bailar conmigo.
Elba: No separamos el tango y la vida, estamos juntos 24 horas, y ya llevamos 42 años así. No teníamos ninguna división de quien dirige la lección, quien explica, quien toma decisiones sobre cuestiones domésticas. Nosotros somos una cosa entera en todos nuestros asuntos.
IM: ¿Siempre ha sido así?
Nito: Sí, desde el principio.
Me gusta como bailan las mujeres rusas. Y los hombres deberían aprender más. Carecen de algo, hay algo que deberían dar a la mujer en el baile, pero esto todavía les hace falta. Lo veo así.
IM: Ustedes viajan mucho por todo el mundo como maestros. Han podido ver como los rasgos de tango se modifican en diferentes países: las escuelas, los hábitos, la mentalidad, el clima, por fin, no son iguales. ¿Qué es, en su opinión, lo que distingue el tango de Rusia?
Nito: Me gusta como bailan las mujeres rusas. Y los hombres deberían aprender más. Carecen de algo, hay algo que deberían dar a la mujer en el baile, pero esto todavía les hace falta. Lo veo así.
IM: ¿Qué exactamente es diferente en nuestras mujeres, según su opinión?
Nito: Las mujeres bailan y lo hacen con todo su cuerpo. Lo que aportan a los hombres en el tango y como se preparan para el baile – es lo que distingue a las mujeres rusas.
Elba: Cuando llegamos a Rusia por primera vez y comenzamos a dirigir la lección, nos dimos cuenta de que las mujeres rusas se estaban moviendo muy suave, elásticamente. Una tiene ganas de preguntar – ustedes disfrutan el movimiento con estos tacos altos? Si alguna vez los hombres intentaran caminar con tacos altos! … Me gustaría decir a los hombres: tengan en cuenta, por favor, que no es lo mismo: caminar suavemente, disfrutando, haciéndolo con tacos y sin tacos.
Si alguna vez los hombres intentaran caminar con tacos altos! … Me gustaría decir a los hombres: tengan en cuenta, por favor, que no es lo mismo: caminar suavemente, disfrutando, haciéndolo con tacos y sin tacos.
IM: ¿Cuáles son las características distintivas de la comunidad de baile de San Petersburgo? Bueno, digamos, ¿en comparación con toda Rusia, o con cualquier otra ciudad de Rusia?
Elba: En la pista de baile en San Petersburgo a menudo vemos un hermoso Salón. Muy buen tango Salón (ambos asienten con la cabeza).
IM: ¿Dónde más, excepto Argentina, se baila el tango más familiar a su estilo y gusto?
Nito: Es exactamente en Rusia. Por lo general, vamos a los países adonde nos invitan a causa del nuestro estilo de baile. Es decir, donde la tradición de la enseñanza es similar al nuestro estilo. Por lo tanto, como regla general, vemos un tango que antes había sido demostrado a los estudiantes por otros maestros – pero en el marco de nuestro concepto. Es gratificante ver en lecciones como se ha conservado la continuidad del estilo al que nos adherimos. Hay países más fríos que Argentina, por ejemplo, Rusia. Tal vez están bailando en parejas, en cierto sentido, «para calentar el uno al otro». ¿Han notado que en países tropicales bailan salsa, no tango? No son tangueros en el alma, en el corazón. Si hablamos de las similitudes de la mentalidad, para los argentinos el país más cercano es Colombia.
Tango, Flamenco y Jazz Negro — estos tres bailes tienen tres aspectos importantes: la música, la improvisación y la sensación. En la pista de baile todos oyen la misma melodía, pero el baile es distinto. Sólo pasa en estos tres géneros.
Antes el hombre no podía permitirse el lujo de llegar a una milonga sin traje y corbata. Tampoco los hombres dejaban a sus compañeras o intentaban liberarse de sus manos. Ningino tenía ganas de apartarse de la mujer a la que estaba abrazando. Y ahora se puede ver esto en las milongas.
También lamento que ahora no siempre los hombre acompañen a las mujer hasta su lugar. Anteriormente era imposible imaginarlo.
Elba: Quiero añadir algo sobre la importancia del abrazo en el tango. Es que el hombre y la mujer se unen precisamente para bailar juntos. Por ejemplo, en los Estados Unidos bailaban en la distancia cuando fuimos allí por primera vez para dar clases. Y para Nito fue extremadamente difícil explicarles la importancia de un abrazo cerrado. Siempre hablamos de que el abrazo tiene que ser como si quisieramos besarnos, es la base de la pareja.
IM: Ustedes tienen muchos años en el tango, han recorrido un camino enorme. ¿Hay algo que estaba antes en el tango, y ahora se ha ido y esto les da pena?
Nito: Lamentamos que desaparecieran los códigos. Antes el hombre no podía permitirse el lujo de llegar a una milonga sin traje y corbata. Tampoco los hombres dejaban a sus compañeras o intentaban liberarse de sus manos. Ningino tenía ganas de apartarse de la mujer a la que estaba abrazando. Y ahora se puede ver esto en las milongas. En los viejos tiempos era así: en una milonga a la mesa se sentaban escasas niñas y mujeres. Una de ellas tenía el papel de «Mamita», estaba observando a las demás. Para invitar a una de ellas había que utilizar el cabeceo, y uno tenía que esforzarse mucho para llamar la atención. Primero, había que hacerlo desde lejos. Luego, no es fácil mostrar que quieres bailar exactamente con esta o aquella, darlo a entender claramente. Todo esto tenía su lógica. Las mujeres no paseaban por la sala, permanecían en su lugar, y un hombres estaba “cazando” a la chica que le había gustado. No podía acercarse a ella facilmente; para evitar un posible momento desagradable y vergonzoso debería haber obtenido su asentimiendo primero, y solo después se acercaba a su mesa.
También lamento que ahora no siempre los hombre acompañen a las mujer hasta su lugar. Anteriormente era imposible imaginarlo.
Elba: Las mujeres nunca bailaban en pantalones. Sólo en un vestido.
Nito asiente con la cabeza.
Tratamos de no crear problemas, y si surgen, resolverlos juntos, compartirlos.
IM: ¿Qué se dicen a sí mismos en tiempos de problemas? ¿Qué palabras le ayudan?
Elba: Tratamos de no crear problemas, y si surgen, resolverlos juntos, compartirlos. Hay unas palabras que siempre digo: A Dios rogando y con el mazo dando.
Alla Anokhina: Rusia tiene un dicho similar: Dios ayuda a quienes se ayudan a sí mismos.
Nito y Elba asienten con la cabeza como una señal de consentimiento: sí, sí ….
Nito: tratamos de resolver nuestros problemas, apoyándonos en toda nuestra familia: hijas, nietos y bisnieta.
IM: ¿Qué consejo querrían dar a sí mismos en el tiempo pasado, cuando ustedes eran jóvenes?
Elba: Ahora creemos que la salud es lo más importante. Nos habríamos deseado a sí mismos cuidar la salud.
Nito: Sí, porque se puede aprenderlo todo; todo se puede estudiar y superar, salvo la salud. Para todo uno necesita la salud.
IM: ¿Qué pasaría con su vida, si en ella no hubiera tango?
Ambos casi al mismo tiempo: Esto no es posible.
Nito: incluso en el reloj tengo tango, miren aquí (nos muestra su reloj electrónico iWathc con TV mini-pantalla) – allí tengo tango en todas sus formas posibles: fotos, música, videos). Tan pronto como nos despertamos, para nosotros comienza el tango.
Elba: Incluso en los pasteles que hago para los cumpleaños de nuestra familia hay tango, miren (nos muestra una foto en su cámara — y es verdad: un pastel de tango). Durante muchos años cosía nuestros trajes para espectáculos: para Nitoy para mí. Ahora no puedo hacerlo, porque mi vista ya no es buena.
IM: ¿Si pudiera cambiar una cosa en su vida, que sería?
Elba: mi marido (ambos ríen).
Todos nos reímos desde el alma.
Nito: La única cosa que nos gustaría cambiar es poder ver la siguiente generación, los hijos de nuestros nietos. Y me gustaría reunir toda la familia más a menudo; por desgracia, pasamos mucho tiempo separados, ya que vivimos en diferentes lugares.
No puedo bailar con una mujer diciendo: sabes, ahora vamos a bailar, pero no me toques aquí, y aquí no toques tampoco, porque tengo mi esposa… No puedo decir así, entienden? Por lo tanto, la abrazo para que se sintiera bien bailando conmigo.
Alla Anokhina: La cultura y las tradiciones son distintas en distintos países. En los años de su formación ustedes absorbían la cultura de tango de una manera, y ahora las costumbres han cambiado. Hace poco entrevistamos a una pareja joven, ellos confesaron que les costó habituarse al hecho de que sea necesario compartir a su compañero con otros. Es decir, es difícil para una mujer “no ver» la mancha de pintalabios de otra mujer en la camisa de su marido o no sentir su perfume. Lo mismo pasa con los hombres, no siempre es aceptable para un hombre ver a su mujer en pareja con otra persona. Esto provoca celos, malentendidos. Es doloroso para la pareja. ¿Han tenido esto, y cuál es su actitud con respecto a esto?
Elba: En Argentina no hay tal problema, en realidad. Los argentinos entienden lo que es el tango, y lo que sucede en la pareja en el baile.
Nito: No puedo bailar con una mujer diciendo: sabes, ahora vamos a bailar, pero no me toques aquí, y aquí no toques tampoco, porque tengo mi esposa… No puedo decir así, entienden? Por lo tanto, la abrazo para que se sintiera bien bailando conmigo. Naturalmente, algo de esto puede quedarse en alguna parte de nosotros. Pero cada uno entiende que un tango — es un tango. Es sólo un tango. Yo sé que cuando vuelva a casa, no voy a tener ningún problema con eso. Sin embargo, en Argentina existe tal práctica: si en la milonga en la mesa la chica dice que tiene novio o esposo, entonces nadie va a invitarla. Ella inmediatamente ha marcado una distancia, y todos van a respetar esta distancia.
Y en los Estados Unidos, por ejemplo, es otra historia. Ellos sólo van para moverse, para bailar. En Argentina es imposible. Para nosotros tango es, ante todo, la sensación. Para el corazón argentino no es muy agradable que el tango sea visto como un gimnasio.
Y en los Estados Unidos, por ejemplo, es otra historia. Allí las palabras «cambien de pareja» en clase pueden causar reacciones impredecibles. Una vez una pareja simplemente abandonó la lección por esta razón, diciendo que no podían abrazar a otras personas. Y también es bastante típica otra situación: el marido está en casa después del trabajo, fumado, leyendo tranquilamente su periódico favorito, o sea, disfrutando su merecido descanso. Y la esposa se va después de la cena y va a la milonga con su compañero (otro hombre). Es decir, allí se puede tener otra persona para el tango y pasar bastante tiempo con ella. Ellos sólo van para moverse, para bailar. En Argentina es imposible. Para nosotros tango es, ante todo, la sensación. Para el corazón argentino no es muy agradable que el tango sea visto como un gimnasio.
Katya Koshcheeva (la fotógrafa): Tengo una pregunta. ¿Hasta qué punto podemos confiar en este sentido de unidad que surge en el tango? ¿Es una sensación real?
Elba: Creo que los sentimientos son siempre los mismos, no importa si somos jóvenes o viejos. Lo único que hay que recordar es que en el baile esta sensación dura hasta el final de la melodía. Y en la vida los sentimientos pueden durar toda la vida. Pero el sentimiento en sí es igual.
Nito: Hay algo muy bueno en el tango. Hacemos muchos esfuerzos para complacer el uno al otro en el tango. Sea a los 17 o a los 80 años. Nos vestimos lindo, nos arreglamos, queremos impresionar al sexo opuesto. Yo, por ejemplo, tengo 7 trajes — desde el color azul brillante hasta el negro clásico.
Elba: Y yo también tengo un montón de vestidos. Me visto para milonga – y tengo otras sensaciones internas. Sentimos mucho que esta tradición esté desapareciendo.
IM: Muchas gracias por la entrevista y por su tiempo. Tangopiter les desea salud, y estaremos felices de volver a reunirnos.
San Petersburgo, el 11 de junio 2016.
Escuchó y grabó: Irina Muravieva, Tangopiter sitio.
Traducción — Svetlana Dvornik, de Chelyabinsk.
La redacción de la traducción — Elena Rukomoynikova, San Petersburgo.
Fotografió – oficial fotógrafo de TBN — Katya Koshcheeva.
Organizó la entrevista, así como ayudó a escuchar — Alla Anokhina, Tangopiter sitio.
Un agradecimiento especial a: Julia Zueva y organizadores del festival Noches Blancas Tango por su ayuda en la organización de entrevistas.